miércoles, 15 de noviembre de 2017

sólo me he valido de la obediencia con que me han honrado para ordenarles que sean libres

No hay que invertir el orden de la justicia.

Mirar por los infelices y no desampararlos sin más delito que su miseria.

Es preciso borrar esos excesos del despotismo.

Todo hombre es igual en presencia de la ley.

Sus virtudes o delitos los hacen amigables u odiosos.

Olvidemos esta maldita costumbre, que los engrandecimientos nacen de la cuna; córtese toda relación, si ella es perjudicial a los intereses comunes.

La Patria exige estos y mayores sacrificios y ya no es tiempo de condescendencias perjudiciales.

Si mis pensamientos hubieran sido menos delicados yo me avezaría de haberlos concebido pero adorador eterno de la soberanía de los pueblos, sólo me he valido de la obediencia con que me han honrado para ordenarles que sean libres.

Yo lo único que hago es auxiliarlos como a amigos y hermanos pero ellos solos son los que tienen el derecho de darse la forma que gusten y organizarse como les agrade y bajo su establecimiento formalizarán a consecuencia su preciosa Liga entre sí mismos y con nosotros, declarándome yo su protector.



MOVIMIENTO ARTIGUISTA POR LA LIBERTAD A ULTRANZA DE LA CONCIENCIA  

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