viernes, 22 de octubre de 2021

EDUCACIÓN

 

Mi nido fuera de casa: mi escuelita rural de 28 alumnos,

que me formó socialmente, donde todos eramos iguales,

todos eramos lo mismo, como pasaba en todo el pueblito donde vivíamos,

 

1964-1969 

Usábamos tintero blanco en el medio del banco doble 

ademas de ser el primer año en que nos dejaron usar

la pluma, la tinta y el tintero, en tercero también conocimos la birome


Aprendimos el sentido de la educación, que es el de ser mejores,

no el de ser mejor que el otro,


en el pueblo las debilidades o falencias del otro se obviaban,

había un balance, todos entrabamos en el juego,

no había mejores ni peores a priori,


Por circunstancias de la vida, tuve que hacer mis dos últimos meses de sexto

en montevideo, y fui a una escuela de la blanqueada que recuerdo con cariño porque me divertí mucho.


Para mi fue una sorpresa ver que sabía mucho mas que la mayoría en una clase donde eramos 40, y me di cuenta de todo lo que nos habían enseñado los maestros rurales sólidamente (tuve 5 maestras y un maestro) , habían cumplido el programa cabalmente, yo podía hacer todas las cuentas de la matemática escolar y analizar cualquier frase entendiendo sus partes y sus tiempos verbales, cosa que la mayoría parecía que no muy bien.


También me di cuenta que las maestras montevideanas ni nos registraban y ni nos daban bola personalmente, ni en los recreos. Quizás debido a que eramos muchos y también habían muchas maestras.

Y los alumnos la mayoría eran unos papanatas que obedecían reglas estúpidas aún sin que las maestras los miraran.


Nuestros maestros eran mucho mas despiertos, los engañábamos como siempre pasa, pero había que esforzarse, y si te agarraban perdías con tus padres, todo mal. Eso en sí ya era una enseñanza.


Nunca jamás sentimos la indiferencia, el desprecio, el ninguneo o cualquier actitud de este tipo,

era algo inconcebible, la maestra o el maestro era un ser agradable e interesante con el que nos gustaba estar.


Cuando estuve compartiendo las experiencias escolares con mis compañeros de liceo montevideanos, casi todo habían tenido alguna que otra experiencia de violencia de algún tipo de parte de algún maestro.


Lo que deberían PREGUNTARSE ES:


Los CEREBRITOS DE CIUDAD,


¿que tan en condiciones están de hablar de EDUCACIÓN?




MI mas o menos INTERES POR LA SOCIOLOGIA

 

MI COMETA

 

 

 

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