martes, 15 de agosto de 2017

LIBERTAD TOTAL EN TODAS SUS EXPRESIONES



La razón no quiere ser irracional, por el contrario siempre está buscando un pensamiento perfecto que lo resuelva todo.

Y no descansa hasta encontrarlo.

Somos nosotros que no sabemos usarla, que no tenemos aptitud en el uso de esta herramienta y la confundimos dándole entrada de datos equivocados, mal digitados o que no corresponden.

La mayoría de los diálogos entre humanos, son simples diálogos entre sordos, entre personas que no escuchan y mientras el otro habla está absorto en construir la frase que va a decir en cuanto el otro se calle.

Esto es lo que llamamos dominó. Construir conversaciones con estructura de diálogo con proposiciones sintácticas con un valor adecuado para conectar, pero con un valor de salida completamente distinto fuera de una lógica racional.

Este es un proceso que no tiene fin y que se corta cuando alguno se aburre o se cumplió el propósito real del diálogo que es el de juntar las antenitas, sentirse acompañado, o alguno de estos fines gregarios.

Cuando no tenemos claridad acerca de nuestros estados emocionales, cuando hay discordancia entre nuestros deseos y lo que nos permitimos de acuerdo a nuestro sistema de creencias, cuando decoramos nuestra verdad para moldearla de acuerdo al personaje social que inventamos para zafar, para agradar a nuestros padres, entorno, pareja, etc, nuestra racionalidad empieza a fallar.

No nos damos cuenta, porque siempre va a funcionar de acuerdo a su programa lógico.

La razón es un instrumento perfecto que nunca se equivoca.

Ella razona todo lo que le pones a razonar, de acuerdo a su propia coherencia.

Lo que falla es la entrada de datos. Si vos sumas papas y boniatos te va a dar vegetales, pero nunca papas o boniatos.

Si vos tomas un dato variable, y lo ponés como constante en la ecuación la cuenta va a estar bien hecha pero el resultado es erróneo.

Eso es lo que pasa en general con las emociones. Le asignamos valores de constante para razonar con ellas y usamos resultados racionales como si fueran correctos porque la cuenta está bien hecha.

Amor, miedo, tristeza, rabia, son variables.

Las emociones son estados que fluyen rápido e intensamente, aparecen y desaparecen.

Tener amor por alguien no es una constante, es un sentimiento que provoca esa persona, que es muy similar cada vez, y que por eso le adjudicamos un valor de constante.

Pero es solo una estimación que hacemos.

Como nuestra razón, para hacer sus cálculos, necesita abstraer la realidad y considerarla como inmóvil, le asigna valores a las variables.

Cuando nosotros empezamos a identificar al ser con la mente, y empezamos a creer que somos nuestros pensamientos y creemos como verdad lo que la mente piensa de nosotros mismos, empezamos a confundir las variables como constantes.

Y empezamos a manipular la realidad para sostener constantes las variables.

Entonces empezamos a reprimir las emociones que no se ajustan a los valores de realidad que tenemos de acuerdo a nuestros cálculos, y empezamos a falsear otros para que se ajusten también a los valores esperados.

Este tipo de manipulación de los cálculos traen como consecuencia los chantajes emocionales típicos que todos sufrimos y a la vez hacemos sufrir.

Como aprendimos estos juegos desde niños, pronto nos convertimos en cínicos profesionales.

La mayoría de las veces tenemos todo un arsenal de “ideas irracionales” que adoptamos como verdades y a la luz de las cuales interpretamos nuestra realidad emocional.

Un terapeuta cognitivo-conductual talentoso, con solo desarmar este arsenal de ideas irracionales en sus pacientes, le soluciona en dos o tres meses la mayoría de los problemas que tienen para vivir su vida en plenitud. No es para nada complejo, pero es algo que debe hacerse.

Y nos creemos muy vivos e inteligentes porque sabemos cálculo diferencial.

Pero ignoramos como funciona nuestro propio sistema.

Para poder sostener nuestros cálculos erróneos, falseamos nuestros estados emocionales, reprimimos emociones, o las hacemos surgir en base a dramas inventados.

Lo que creemos una viveza, o incluso una legitima aptitud superior de homo sapiens, es una completa tontería que pagaremos tarde y temprano.

Nuestro cuerpo y nuestros sistema nervioso no sabe nada de falsedades.

Confía plenamente en nuestra razón, porque sabe que es perfecta. Y siguiendo el modelo o matriz con la que fue creado, la trampa sagrada, le cree todo.

Guarda en sus memoria celular las emociones reprimidas, no sentidas. Produce sustancias de acuerdo a los estados de alarma que le mandamos con los dramas.

Esto provoca todo tipos de enfermedades, físicas y mentales.

Cuando el sistema empieza a fallar en vez de corregir nuestros cálculos y analizar que tan fiables son, empezamos a tratar al cuerpo como si fuera un artefacto que entra a taller, drogas, remedios, cirugías, muletas de todo tipo,

Cuando terminamos de hacerlo bosta, y no da nuestra energía ni para sostenernos de pié, seguimos aún con nuestra estúpida racionalidad y con sus cálculos erróneos: nuestras ideas siguen siendo las mismas, y haciendo uso de una gran racionalidad nos preocupamos para después de muertos: contratamos el servicio fúnebre y ahorramos dinero para tratar que nuestras ideas y creencias sigan vigentes cuando ya no estemos: tratamos de dejárselo a los que nos aman y que no lo reciban quienes odiamos.

Esta tragicomedia tiene una gran enseñanza perceptual: si la analizamos bien, entenderemos mucho acerca de como funciona la percepción y podremos empezar a corregir nuestros parámetros.

Lo primero, aprender a razonar bien.

No se pueden razonar emociones.

La razón es para sumar dos mas dos.

Convertir un mundo fluido en la muestra inmóvil en que lo convierte la razón para hacer sus cálculos es una idiotez.

Cada cosa para lo que está hecha.

Las emociones no se pueden atrapar en el tiempo y el espacio. Son para sentirlas y duran lo que duran: vienen, se sienten y se van. No hay nada malo en tener emociones ni hay emociones buenas y emociones malas. Estoy feliz, estoy feliz, estoy triste, estoy triste, ¿y? Los humanos tenemos emociones.

Razonar emociones es un error racional, solo produce error.

El error en la mente trae problemas psicológicos,

el error en el cuerpo traen enfermedades físicas.

La realidad es que la mayoría de los seres humanos imitan la racionalidad y la confunden con indexar las proposiciones de sus sistemas de creencias.

Apenas comparan datos y sacan un resultado. Esto es muy básico. Desafía la idea de inteligencia superior.

El problema siempre es la ignorancia.

No conocer su propio sistema.

Como no se observa y se cree que es sus pensamientos, no distingue entre las distintas funciones de su sistema nervioso, y no entiende que algunas partes del cerebro en determinadas circunstancias van a dar prioridad a distintas formas de tratar la información.

No hablo aquí del conocimiento intelectual que todos podemos leer si tenemos interés. El conocimiento además de saberse debe poseerse, esto es poder usarlo.

De nada sirve saber que los neuropéptidos modificarán tu conducta, o que circunstancias especiales harán que la parte instintiva mas antigua del cerebro tome el control de tu sistema nervioso desconectando el neocortex, etc, si no tienes el poder de sostener tu atención en el observador, observar todos esos procesos y aún así mantener el control de tu ser, y la capacidad de tomar decisiones sabias acordes a lo que es mejor para tí y tu vida, no sabés nada, sos un ignorante, un mono vestido.

Alcanza con darte un buen susto o un par de patadas en el cuIo para controlarte como a cualquier ganado.
¿que te crees que hacen los informativos? ¿informar? No seas ingenuo.

¿Inteligencia?

Eso no es para cualquiera, va mucho, pero mucho mas allá que el uso racional de proposiciones sean sintácticas o numéricas.

Inteligencia es poder usar la percepción, entender la TRAMPA SAGRADA para salir de ella.

Eso es libertad: la libertad total en todas sus expresiones.


LA TRAMPA SAGRADA

"DONDE ESTÁ TU TESORO ESTÁ TU CORAZÓN"

Todos somos mendigos de amor 

  ALTA FILOSOFIA 

Asi se baila el Tango 

Y dijo DIOS, 

 Dios se apiadó

 LA CIENCIA DE LA PERCEPCIÓN

Ahora, la Enseñanza de Yoga

 

UN MUNDO FELIZ 


LA MENTE FORÁNEA

PSICODELEANDO 

 

NADIE TE OBLIGA A SER INFELIZ 

 

SIETE ESTADOS DE CONCIENCIA 

 

 LIBERTAD TOTAL EN TODAS SUS EXPRESIONES 

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